La historia de la Acrópolis se remonta al Neolítico (aproximadamente 4.000 a.C.), pero fue durante la Edad del Bronce (hacia el 2.000 a.C.) cuando el yacimiento empezó a cobrar más importancia. Los primeros asentamientos micénicos, que existieron en la Acrópolis, sugieren que la zona se consideraba sagrada incluso antes del surgimiento de la Atenas clásica. Los primeros edificios importantes de la Acrópolis datan de esta época.